viernes, 18 de septiembre de 2015

CRÓNICA MAMARIGA: Ajedrez Viviente en el Txikigune


Buscando variar un poco las actividades que realizamos en las fiestas de los barrios de Santurtzi, propusimos a la Comisión de Fiestas de Mamariga la celebración de una partida de Ajedrez Viviente.

La idea tuvo aceptación, y se planteó como una de las actividades de las Cuadrillas Txikis de este año, organizada en dos jornadas: en la primera, programada el martes día 8, los propios cuadrilleros harían los disfraces correspondientes a las piezas de ajedrez, y en la segunda, programada el viernes día 11, los cuadrilleros disfrazados harían el rol de piezas durante la partida.

Poco imaginábamos el fregao en el que nos estábamos metiendo...

Para empezar, los ajedreces vivientes no deben ser algo lo suficientemente común como para despertar el interés comercial de ninguna empresa, o al menos no dimos con ninguna que comercializase tableros al efecto. Solución: nos lo fabricamos. Y ya que lo hacemos, que sea a medida, amplio, resistente... total, que acabamos con un monstruo de más de 7,5 metros de lado que pese a su peso considerable vuela con una pequeña brisa.

Y una vez se dispone del tablero, hacen falta las piezas... y bregar con 32 niños menores de 14 años es muy, muy duro. Después de esta experiencia valoro mucho más a esos profesores y monitores que trabajan con ellos. Unos santos, son. Que paciencia. Habría que canonizarlos en vida. Lo digo totalmente en serio.
Pero vamos a lo que importa: después de un asedio total del que fuimos rescatados por miembros de la Comi y otras colaboradoras en el taller de disfraces, y viendo que la realidad se alejaba años luz del recuerdo idealizado de la propia preadolescencia, optamos por realizar la versión light de los disfraces (la hardcore se mantiene en reserva para posibles futuras ediciones), esto es, los petos con los símbolos de las piezas.

Y vino el día de la partida, y con él el mal tiempo... bueno, no tan malo, pero sí que hacía viento el viernes. ¿He dicho que el tablero vuela con una brisa? Pues aquello era más que una brisa. Bastante más.

Contábamos con ladrillos para lastrarlo. No bastaron.
Contábamos con precinto para pegarlo. No bastó.
Contábamos con cinta americana para pegarlo mejor. No apareció.

Al final, el combo de ladrillos convenientemente distribuidos y metros y más metros de precinto hicieron el trabajo, y poco después el viento amainó, el muy puñetero. Podíamos empezar la distribución de disfraces.


El tablero, estabilizado por fin en la plaza del Txikigune.Prueba de agudeza visual: ¿en que dirección soplaba el viento?

Los cuadrilleros al fondo empiezan a formar para el reparto de disfraces

Idoia, salvándonos otra vez de los cuadrilleros con sus dotes de control 

Por fin, con un retraso de aproximadamente 20 minutos sobre la hora estimada de comienzo de las 18:00 h., con todos los cuadrilleros colocados en las respectivas casillas iniciales, Javi y Edu como guías de blancas y negras respectivamente, y Aingeru y Caba cantando las jugadas desde el tablero mural, comenzó la partida.


Posición inicial, con los guías a la espera

Durante la apertura todavía se podía ver lo que ocurría en el tablero

Vista a nivel de las piezas

El tablero mural, colocado a resguardo del viento.
La megafonía  ahorró tiempo, confusiones y ronqueras posteriores

Se complica la visibilidad durante el medio juego 



Los peones alejados del frente disfrutaron de un descanso, aprovechando los petos como cortavientos

Los ánimos se calentaron durante las tres coronaciones 



Poco antes del final de la partida, con unas tablas por ahogamiento a eso de las 19:00 h.

El equipo de recogida, posando para la rueda de reconocimiento



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